Día 2 de octubre de 2015
Hoy
vamos a tomar algunas fotografías en zonas poco accesibles así que
vamos en el todoterreno mi hijo David, mi hija Juani y yo.
Por el camino de Fontalbres |
Cogemos
la carretera del puerto para desviarnos a la altura del camino del
Reconco. Vemos que las lluvias de esta semana han hecho que la Fonteta
de Soriano tenga agua así que de pasada, desde dentro del coche, tomamos
un par de fotos.
Chorret de Soriano |
Seguimos ascendiendo y vemos que suben algunos coches, suponemos que para buscar robellones.
El
ascenso por los caminos es complicado incluso con un coche como el que
llevamos. Nuestro primero destino es la Coveta Foradada en la que en
estos momentos hay mucha agua embalsada en su interior de las lluvias
caídas a lo largo de la semana.
Coveta Foradada |
Desde este punto hay unas vistas del pueblo que merecen otra fotografía.
Vistas del pueblo desde la Coveta Foradada |
Nuevamente
nos ponemos en camino dirigiéndonos hacia el corta fuegos que cruza la
Lloma Rasa. Hacemos una parada antes, cerca de un punto donde vemos
coches aparcados y gente buscando entre los matorrales. Mientras nos
tomamos el almuerzo buscamos nosotros también por si hay suerte y
encontramos algún robellón.
Un descanso cerca de la Coveta Foradada |
Cuando
ya nos vamos a marchar de vacío David encuentra el primero casi al lado
del mismo coche. Animados por este descubrimiento volvemos a barrer el
mismo sitio, por el que ya hemos pasado antes y esta vez con más suerte o
mejor vista encontramos los suficientes para hacernos una picaeta.
Primeros robllones de la temporada |
Buscando robellones |
Pinos en zona replantada |
Para la picaeta |
De
ahí cogemos el coche nuevamente para ir a la pista forestal ya que
desde allí desciende el barranco en el que está el Forat Verd. Aunque
hay una senda que desde la pista forestal conduce directamente a él, les
indico que bajen desde el punto en el que estamos ya que forzosamente
deben llegar hasta allí.
Como
ninguno de los dos tiene claro que es lo que buscan, después de
descender casi hasta la mitad del barranco, punto en el que éste se abre
y pierde profundidad deciden remontar nuevamente pensando que lo han
pasado de largo.
Por si acaso, toman fotos de cualquier rincón del barranco que rompe la monotonía del paisaje pero ninguno es el Forat Verd.
Barranco en el que está el Forad Verd |
Cuando
regresan al coche empiezan a preocuparse porque no me encuentran y
deciden ir a buscarme en dirección a la Lloma Rasa pero yo en realidad
me he ido en dirección contrario, a charlar con las personas que buscan
setas. Me encuentro con gente de Villena y también del pueblo.
De vuelta al coche |
Cuando
regreso al coche, después de una pequeña bronca por parte de mis hijos,
reemprendemos la marcha. En esos momentos empieza a lloviznar, no lo
suficiente para interrumpir nuestra marcha. Mi idea era volver por el
mismo sitio que hemos venido para acercarnos hasta el nacimiento de agua
de la Casa de l'Altet pero mi hijo decide moverse por el tramo de la
pista que discurre por la cima después de convencerle de que bajar por
el cortafuegos no es buena idea, porque varios coches que lo han
intentado han perdido el control ya que el suelo cede en algunos tramos.
El
camino que hemos escogido al principio tampoco es bueno ya que las
peñas han quedado al aire y hay muchos desniveles. Durante el descenso
va mejorando el estado ya que todavía conserva tierra el suelo. Aun así
nos llevamos algún susto como cuando pisamos de bajada un saliente que
nos levanta un palmo del asiento o como cuando cruzamos lo que
pensábamos que era un simple charco, pero cuya profundidad hizo que el
coche se quedara atrapado.
El camino de la Casa de l'Altet |
Cuando
llegamos a la finca de la Casa de l'Altet vemos que el camino está
cerrado con un cadena así que como antes, yo me quedo en el coche
mientras se acercan a pie ellos para tomar unas fotos. David se aventura
un poco más lejos pensando que puede encontrar en esta zona algún
robellón más pero solo encuentra uno.
Tomamos
ya el camino de regreso a Biar y cuando estamos llegando a la Fonsanta,
casa en la que nací, y decidimos parar a tomar una foto ya que también
la menciono en alguna de las rutas. Como vemos las puertas abiertas me
acerco a la casa a saludar a los propietarios. La casa no es la misma
construcción en la que yo viví, antes tenía dos plantas y era más
grande. La familia hace muchos años decidió echarla abajo y construirla
nuevamente para que fuera más funcional. La parte en la que estaba la
habitación de mis padres, en la que nací, ahora forma parte del jardín
anexo al porche.
Después
de llamar a la puerta aparece una de las nietas de los amos, la Fatora,
con la que solía jugar de pequeño, ya que tiene más o menos mi edad.
Después de una agradable charla en la que recordamos cosas de aquellos
tiempos, tomamos las fotos que necesitamos, volvemos a casa a dar cuenta
del "botín".