martes, 26 de julio de 2016

L'origen de la Fontsanta


En diversas rutas de este blog he mencionado la finca de la Fontsanta ya que ocupa un lugar especial entre los recuerdos de mi infancia. En ella nací en 1932 ya que en aquella época trabajaba mi padre en esta finca como mulero desde 1931, después de abandonar la casa paterna en Santa Aurelia, acompañado de mi madre y de mi hermana Milagros, quien aún había nacido allí en 1929.



Con mi hermana Milagros, en la época en la que vivíamos en la Fontsanta
Permanecimos allí hasta la Guerra Civil, momento en el que mi padre tuvo que dejar el trabajo en la finca y nos trasladamos al pueblo a vivir, teniendo yo sólo 6 años.

A lo largo de la vida, toda mi familia hemos seguido manteniendo una buena relación con los propietarios, a pesar de la pequeña travesura mía en la que casi quemo por accidente parte de los pinos ubicados en la parte inferior de la finca. Como la cosa no fue a mayores, he seguido siendo bien recibido por ellos.

Los terrenos sobre los que se levanta la Casa de la Fontsanta habían pertenecido anteriormente a la familia Ferris (o Richart), la cual poseía grandes extensiones de tierra dentro de Biar. 

D. Arturo Salvetti Laussat, hijo del cónsul de Italia en Alicante D. Arturo Salvetti García (descendiente de una importante familia florentina), solía venir a cazar por los montes de Biar a finales del siglo XIX, ya que en aquella época la caza era muy abundante en nuestra zona.
Arturo Salvetti Laussat. Revista La Unión Ilustrada (1916).
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
Tanto le gustó el pueblo que contactó con los Ferris para adquirir una casa y éstos le ofrecieron tanto la de la Fonsanta como la de la finca de la Tosquera. Se decantó por la primera por mayor proximidad al pueblo.

Dos vistas de la Casa de la Fontsanta. Fotos cedidas por Juanjo Sanchís Torres
Dentro de la finca había un nacimiento, ahora seco, cuyas aguas subterráneas procedían de la zona del santuario, fluyendo hasta la finca. Allí alimentaban una balsa y una fuente. Esto determinó que se las considerará "santas", dando nombre al lugar de Font Santa o Fontsanta, término que parece ser acuñó el propio D. Arturo.

Restos del nacimiento
Restos de la balsa
Restos de la fuente
La fuente quedaba próxima al camino que desde la Casa de Inocencia, pasaba por la fábrica de loza del Tio Sirera (hoy desaparecida), después por el Hortet del Tio Ventura y se convertía más tarde en el Camino de Benassait, más arriba de la Fontsanta.

Por este camino transitaban personas a pie pero también en mulas y carros, quienes se detenían en la fuente para utilizarla como abrevadero. Como esto no era del agrado de D. Arturo, decidió levantar un muro alrededor de la finca, que aún existe en la actualidad.
Acceso desde el muro a la finca
Pero éste no fue el único cambio que tuvo que hacer ya que disponía de un coche propio pero el camino de acceso a la casa, que era carretero, no estaba en suficiente buen estado como para permitir el tráfico rodado. Esto hoy en día no hubiera sido un problema para un todo terreno, pero los coches antiguos necesitaban de un suelo lo mas llano posible.
 

Como el camino de subida al santuario sí reunía estas características, pensó que le traía más a cuenta abrir una nueva vía desde la explanada del mismo en dirección a la casa, accediendo a ella por la parte superior de la finca.

Plano de 1897 cuando el Santuario y la Fontsanta todavía no se comunicaban

Aspecto actual y anterior del punto donde acababa la explanada del santuario y desde el que se abrió el camino de bajada a la Fontsanta

 

Y así lo hizo, y gracias a ello hoy podemos disfrutar de un agradable paseo "circular" desde el Plátano hasta el santuario, cogiendo como camino de regreso el de la Fontsanta.

D.Arturo tuvo 3 hijas y 3 hijos, de los cuales recuerdo especialmente a D. Miguel Salvetti Pardo, médico de profesión, por ser el padre de Arturo Salvetti de la Aldea (fallecido en 2010), al que siempre tuve como un gran amigo y compañero de caza, afición que heredó de su abuelo y su padre como yo.

También fue un gran amante de Biar, disfrutando de largas estancias en la casa que se construyó cerca  del Pi de la Menina, en el camino del santuario de la Virgen.


Arturo Salvetti de la Aldea. Fuente: Revista del Real Club de Regatas de Alicante
La casa de la Fontsanta con el paso del tiempo fue reformada para adaptarla a las necesidades de la familia, desapareciendo la planta de arriba y reduciendo el número de habitaciones, al no contar ya con personal de servicio, espacio que ha sido cedido a los jardines, que siguen dando encanto a este lugar y que todavía conservan un aspecto similar al que yo conocí en mi infancia.


Aspecto actual de los jardines y la casa