miércoles, 17 de febrero de 2016

Ruta pel barranc dels minats d'aigua


Desde el camino del Santuario cogemos el Camí de la Fontsanta, al que se accede después de pasar la Casa d’Inocencia, primera casa de su lado izquierdo.

(c) Instituto Cartográfico Valenciano
Desvío hacia la Casa de Fonsanta desde la subida al Santuario

Casa de Ventura. Nos desviamos por el camino de tierra
que pasa pegado a la casa
Cuando llegamos a la Casa de Ventura seguimos por la senda que discurre por el margen derecho de la rambla, paralela a la antigua acequia que transportaba el agua desde los minados ubicados en la parte alta, pasando por todos los molinos existentes en ella.

Senda que discurre por el margen derecho del barranco, paralela a la acequia
Tramo de acequia
(c) Instituto Cartográfico Valenciano
La primera construcción que encontramos a nuestra izquierda, al otro lado de la rambla, es l’Hortet de Santo, una antigua casa con corral, y un poco más arriba, la Casa dels Lluïsianos.

Hortet de Santo
Casa dels Lluïsianos
A nuestra derecha, en lo alto de la loma se ve la finca de La Fontsanta, casa en la que nací. Aunque mi padre cuando se casó vivía en la casa de Santa Aurelia, se vino al pueblo en 1931 acompañado de mi madre y mi hermana Milagros. 

Casa de Fontsanta arriba. En la foto se aprecia el trazado
de la senda y acequia por el que vamos. Foto cedida por Juanjo Sanchís Torres.
Se puso a trabajar como mulero en dicha finca y tres años más tarde nacía yo. Actualmente la vivienda está totalmente reformada y la habitación de mis padres, en la que vine al mundo, ocupaba parte de lo que ahora es el porche del jardín.

Parte del porche en el que estaba la habitación donde nací.
Seguimos nuestro recorrido y justo en la acequia que queda bajo esa finca están los restos de un pequeño lavadero. Las mujeres que servían en la casa, entre ellas mi madre, lavaban la ropa aquí. 


Para acceder a este improvisado lavadero bajaban por una senda que todavía es accesible.
Después nos dirigimos a la Bassa Nova, desde donde comenzamos las visitas a los distintos molinos.

Restos de la Bassa Nova
Junto a ella están los restos de un viejo molino harinero, en el que todavía vivía en 1936 un hombre de avanzada edad, con muy malas pulgas. Cuando los niños se acercaban a la vivienda solía asustarlos y por ese motivo mi hermana Milagros lo llamaba el Molí de la Por (el molino del miedo).


Restos del Molí de la Bassa Nova
Entrada a la cámara por la que circulaba el agua moviendo la rueda que empujaba la muela, ubicada en un nivel superior

Continuando por el trazado ascendente de la rambla llegamos a los restos del Molí del Comaro, (harinero y productor de electricidad), que aún estaba en funcionamiento durante mi infancia. Mi madre solía enviarme allí para cambiar la cebada por harina. En la parte alta de la loma que está por detrás del molino se encuentra la finca de La Tosquera

Antiguo aspecto del Molí de Comaro. Foto tomada del blog Apiarum
Aspecto actual


Construcción en altura que permitía coger suficiente fuerza al agua para producir electricidad
Restos de la cámara por la que circulaba el agua poniendo en marcha toda la maquinaria

Una vez dejamos atrás este molino seguimos por la senda hasta llegar a la altura del Molí de Don Joaquín (conocido también como el del Tio Sequillero, de l’Almoina y más tarde, el del Boticari), donde nos incorporaremos a la pista forestal que va paralela a la rambla.


Molí de Don Joaquín: restos de molino y vivienda
Restos de la vivienda


Acceso e interior dela cámara por la que circulaba el agua para mover la maquinaria
Interior del molino
Muela que perteneció a este molino.
Rescatada de las ruinas, afortunadamente aun se conserva


Este molino, igual que el anterior, producía harina y electricidad ya que ambos disponían de una construcción en altura, a la que llegaba el agua de la acequia permitiendo que ésta se precipitara, cogiendo la suficiente fuerza para mover las turbinas generadoras de electricidad.

Construcción en altura para la producción de electricidad
En 1920 perteneció a D. Joaquín Vañó Cabanes o como se le conocía entonces “Mossen Joaquim”, capellán organista de Biar en aquel momento y por ese motivo mucha gente de aquella época conocía el molino por su nombre. Natural de Bocairente estuvo en nuestro pueblo desde 1916 hasta la guerra civil en 1936. Los siguientes propietarios fueron un matrimonio también de esa localidad. Ella, gran aficionada al teatro, actuaba en un pequeño grupo del pueblo. Algunas de las personas de mayor edad es posible que aún recuerden a esta molinera de carácter afable y alegre.

Seguimos con la ruta y un poco más arriba en el camino está la cavidad de la que se sacaba tierra para fregar platos y ollas. Allí iba mi hermana Milagros, a la que mi madre enviaba con un saquito, para coger la que necesitaban las mujeres de la casa ya que está muy cerca del Fontsanta

  
La cavidad pasa desapercibida por el desprendimiento de tierras, quedando visible únicamente este trozo a unos 2 metros de altura
La terreta d’escurar, era tan abundante en el término municipal de Biar que cuando alguien decía: “Alacant, la millor terreta del món” siempre había quien contestaba: “Sí, pero la terreta d’escurar”.


Con este fino polvo y esparto se fregaban los cacharros sin rayarlos.
Abandonamos la pista forestal justo debajo de la loma en la que está la casa de Campaneta para tomar el camino de tierra que se adentra por el barranco del Cap de l’Aigua.

(c) Instituto Cartográfico Valenciano

Punto de la pista desde el que tomamos a la derecha un estrecho camino de tierra
Entrada al camino que va por el barranco del Cap de l'Aigua
En la ladera derecha todavía está en pie un antiguo y pequeño acueducto que permitía a la acequia que baja desde el minado principal, salvar la depresión de un pequeño barranco que desagua en ella.

Lado del acueducto que mira al barranco


Parte posterior
Enfrente, en la otra vertiente, encontramos El Minat de Sant Cristobal que une sus aguas con las del Cap de l’Aigua. En algunos documentos aparece referido como el minado de San Juan, pero yo lo conocí con el primer nombre.
Aspecto actual de la entrada al minado
Aspecto que tenía hace muchos años
 Un tío mío conocido por todos como el Tío Alficòs era quien se encargaba de los trabajos de excavación del mismo. En una ocasión, mientras trabajaban en la galería, me permitió recorrerla. Para poder hacerlo era necesario ponerse antes un impermeable de la gran cantidad de agua que filtraba por el techo.

Vistas del interior del minado, hoy seco
Un poco más arriba en el camino a nuestra izquierda están los restos de una pequeña balsa natural, que yo no he llegado a conocer con agua.


Plano de Biar de 1897 ene el que aparece indicada la balsa, por lo que claramente en esa época aun tenía agua.

En el mismo lado, quedan los restos de una pequeña presa de contención o parat.

Restos de una pequeña presa o parat antiguo
Si seguimos subiendo por el camino encontramos otro pequeño minado, esta vez a mano derecha, conocido como el de Sant Pere. Junto al mismo están los restos de una molineta auxiliar del Tio Mescla.
Camino de ascenso hacia el Cap de l'Aigua



A la izquierda, dos vistas del acceso al minado. A la derecha, una molineta auxiliar.
Sus aguas se unían con las del Cap de l’Aigua a la altura del molino de Don Joaquín. Cerca de su entrada, en un punto elevado de la ladera, hay una molineta auxiliar del molino principal: el Molí del Tio Mescla (también conocido como del Tio Carboner y después del Tio Maldecap) que fue harinero y de fabricación de barnices en una época posterior. Este molino no aparece indicado en el plano de 1897.


Molí del Tio Mescla


Restos de la vivienda de los molineros


Restos del Molí, en la cámara por donde entraba el agua para mover la maquinaria.
En los tres molinos anteriores, el rodezno o rodete, rueda metálica que el agua hacia girar para que a su vez moviera la muela de piedra, estaba ubicado en un canal subterráneo que recibía agua de las acequias, como se muestra en esta foto:

Instalación similar a la de los molinos de la Bassa Nova, de Comaro y Don Joaquín

Sin embargo, en el Moli de la Mescla el agua llegaba a la cámara a través de un saetín ubicado a cierta altura del suelo, del que todavía están los restos.


Proseguimos nuestra ruta por el camino de ascenso y sobrepasamos a nuestra derecha el nacimiento del Barranc de Marull.

Entrada al Barranc de Marull
Dentro del barranco, en su parte más alta, está l'Aigüeta de Marull que es manantial en el que en época de lluvias fuertes aun brota agua por dos orificios distintos, ubicados a ambos lados de la cavidad que se ha formado en la roca.


Imagen de L`'agüeta de Marull de los dos orificios por los que brotaba el agua
Seguimos subiendo hasta llegar al minado principal, que da su nombre al barranco, el del Cap de l’Aigua.


La boca del minado se ha cerrado en altura para evitar que el agua que se acumule
 en la rambla se introduzca en su interior
Aspecto del minado antes de la elevación de la boca.
 
 

A ambos lados del barranco podemos observar como el agua y el tiempo han ido esculpiendo los materiales,


Su galería circulaba por ambos lados y contaba con ocho lumbreras repartidas por todo el cauce, por las que se sacaba el material de vaciado de las galerías y que hoy en día están selladas con grandes bloques rectangulares de piedra.

Cuatro de las ocho lumbreras del minado
Los materiales extraídos y depositados a su alrededor les conferían una forma cónica característica. Lógicamente la construcción de los molinos fue posterior ya que era su agua la que los abastecía y permitía la molienda.

El agua bajaba en acequia cerrada hasta el Molí de Don Joaquín para continuar en acequia abierta hasta los arcos del Paseo del Plátano. A partir de allí volvía a ser subterránea hasta el final. El agua sobrante del consumo de la población se canalizaba hasta la Bassa de la Vila, desde donde se distribuía por acequias para el riego de los cultivos.

En la foto superior tramo de acequia cerrada y en la inferior abierta.
En esta parte del barranco hay una pequeña presa o parat que se construyó hace años un poco más abajo lo que obligó a modificar la boca del minado y edificarla en altura, para evitar que el agua retenida acabara en su interior.
Parat ubicado justo antes del llegar al minado
Entre ambas construcciones hay una planicie en la que antiguamente había una carbonera que construyó un carbonero de Pinoso contratado por mi padre, que es quien había obtenido el derecho a la poda de pinos de la zona de umbría. Las carboneras, a modo de hornos, permitían obtener carbón vegetal para ser utilizado en hornos o en los hogares.

Planicie en la que están los restos de la carbonera
 Todavía hay un grupo de piedras dispuestas en forma de círculo que debieron servir de base para la construcción de la misma. Como en aquel entonces yo era muy joven, el carbonero me enseñó cómo construir una de pequeño tamaño para que yo mismo la quemara.

A la izquierda, restos de la carbonera del Cap de l'Aigua. A la derecha se puede ver el corte transversal de lo que sería una carbonera preparada para ser quemada.
El encendido se hacía desde la parte superior, por donde se introducían brasas preparadas previamente. El proceso de combustión duraba días, lo que obligaba al carbonero a permanecer junto a ella controlando en todo momento si había necesidad de abrir respiraderos o taponar posibles agujeros, de manera que al carbonera se fuera consumiendo de forma homogénea.

Normalmente se obtenía una quinta parte de carbón en relación con la cantidad de leña utilizada. Las carboneras además de proporcionar carbón vegetal para cocinar, braseros, etc. permitían mantener limpios los montes.

Una vez enfriaba el carbón, se envasaba normalmente en serones o sacos y a lomos de los burros o en carros se bajaba al pueblos para su venta.

Continuamos la marcha y entre dos barrancos a nuestra derecha está el Arenalet de Carpí, una veta de arena procedente de la erosión ubicada en la zona de umbría del Cap l’Aigua, en el que existía antiguamente un pequeño nacimiento de agua, en la actualidad seco, que utilizábamos los cazadores para beber y después dejar hacer lo propio a nuestros perros, sin tener en cuenta a los que pasarían por el lugar más tarde y que repetirían el ritual.


Umbria de la loma en la que está el Arenalet de Carpí,
ubicado en el lado de la solana

Arenalet de Carpí. El acceso es bastante complicado
ya que no hay caminos ni sendas hasta él.
Foto: Juanjo Sanchís Torres

Este terreno era propiedad de la familia del Tío Romero y fue adquirido por la Sociedad de Cazadores pagando por la finca la cantidad de 10.000 pesetas. Como en aquel momento no tenía personalidad jurídica se tuvo que poner el terreno a nombre de Rafael Albero y el mío, hasta que tiempo más tarde pudo regularizase la situación.

Posteriormente, la Sociedad de Cazadores permutó las tierras a la Consellería de Medio Ambiente a cambio de otros terrenos situados en les Llometes de la Mare de Deu, en la actual ubicación del campo de tiro.

En el momento de la permuta se hizo una medición del terreno para llevar a cabo la colocación de mojones en los linderos de la finca y se comprobó que, mientras que en las escrituras constaban sólo 8 hectáreas la finca realmente tenía 20. Ante la discrepancia de las medidas, el ingeniero que las llevó a cabo acordó dejarlas en 12 hectáreas en un “ni para ti ni para mí”, a efectos de la permuta, cantidad equivalente de terreno que se cedió de las lomas a la Sociedad de Cazadores. Si algún día se realizan nuevamente las mediciones, esta pequeña historia podrá aclarar las discrepancias que encontrarán.

(C) Instituto Cartográfico Valenciano
Un poco más arriba en el margen derecho del camino hay unos pequeños salientes en las peñas a los que se les conoce como Campanarets. Aunque comparten nombre con otras ubicada en la Penya Tallada, éstas se encuentran a pocos metros del camino y no les igualan en tamaño.

Campanarets
Seguimos avanzando por este camino que recorre el Barranc de Camús y a lo largo del mismo vamos encontrando diversos parats o pequeñas presas, tanto por nuestra izquierda como por la derecha que nos dan una idea de la cantidad de agua que puede llegar a confluir en este barranco, que es alimentado por otros más pequeños en todo su trayecto.

Pequeñas presas que encontramos a lo largo del barranco

Un poco antes de llegar al último de ellos por el lado izquierdo encontramos en la parte alta de la ladera del macizo una cueva cuya entrada queda totalmente camuflada por un gran pino. Sólo es observable una vez la hemos sobrepasado y no se aprecia ningún acceso hacia la misma.

Cueva en la zona de solana del barranco, en la parte alta del macizo

En nuestro recorrido encontramos a la derecha un pino rodeno o marítimo, de los que en nuestros montes sólo se encuentran dos o tres ejemplares y que alguien debió plantar ya que no es una especie autóctona.

Pino Rodeno

Un poco más adelante nace por nuestra izquierda una senda que hoy en día es utilizada por los ciclistas. A partir de este punto podemos elegir entre dos opciones:
  • Permanecer por el mismo camino, más ancho y en mejor estado, hasta llegar al camino que discurre paralelo al barranco de Fontalbres, una vez hemos sobrepasado l'Altet de la Parada a nuestra izquierda (justo en el collado donde cambia la rasante del camino) y desde allí regresar al Camí de Benassait.

Distintos puntos del camino hasta la incorporación al camino por el que discurre el Barranco de Fontalbres
Altet de la Parada
Desnivel  y distancia aproximados desde el paseo del Plátano hasta el camino de Benassait

  • Coger la senda, mas estrecha y rocosa, pero que nos adentra por parajes igual de espectaculares mientras bordea el Cabecet de la Noguereta. En este caso el trayecto es más corto ya que desemboca también en el Barranc de Fontalbres, pero en un punto mucho más próximo al Camí de Benassait, aunque el tránsito es más difícil. A 50 metros del inicio por nuestra izquierda nace una senda muy estrecha que llega hasta la zona recreativa de Les Casetes de Gil, habilitada recientemente.
 
Distintos puntos de la senda utilizada frecuentemente por ciclistas

Desnivel y distancias aproximados desde el paseo del Plátano al camino de Benassait
En ambos casos, acabaremos por reincorporarnos en la pista forestal o Camí de Benassait, donde finalizamos esta ruta, salvo que todavía tengamos ganas de andar y decidamos ir en sentido contrario hasta llegar al Camí de Fontalbres.

(c) Instituto Cartográfico Valenciano




Ruta completa