martes, 15 de marzo de 2016

Salida a tomar fotos el 13 de marzo de 2016


Hoy la salida requiere de un coche todo terreno así que mi hijo ha vuelto a ser cómplice de mis aventuras. Viene acompañado de su hijo mayor David, un bresquilles mitad de Biar y mitad de Castalla, y como suele ser habitual, mi hija también viene preparada cámara en mano.

Como hoy hace un buen día no tendremos problema en visitar todos los lugares que he programado. 

En primer lugar vamos al Barranc del Miracle para tomar alguna foto más del la Casa de la Virgen de las Nieves. Intentamos inútilmente buscar los restos de la ermita que se dicen que existió y de la que hoy en día sólo se recuerda su nombre. 
Casa de la Virgen de las Nieves

En busca de la ermita perdida
Nos dirigimos a continuación hacia L'Alt de la Creu y hacemos una parada que se ha convertido en obligatoria para nosotros. Les enseño Les Creuetes y una vez más nos empeñamos en buscar otras rocas con más grabados. Fantaseamos un rato en la finalidad de estas marcas y sobre las personas que pudieron hacerlas y proseguimos nuevamente la marcha.

Buscando más cruces

La siguiente parada es el Barranc de la Gota para tomar fotos del nacimiento seco que hay allí junto a las piletas de roca, ya que en las anteriores visitas no he conseguido sacarlas nítidas, por lo que tomamos la pista que discurre por el Barranc de l'Ametla, de mayor tamaño, y en el que desemboca.

De camino al Barranc de la Gota
Subiendo por el Barranc de la Gota
Las tres piletas dispuestas en linea en un pequeño tramo de este barranco también nos dan un buen rato de conversación sobre que sentido tiene que un pastor se entretenga tallando piletas para dar de beber más fácilmente al ganado y nos parece un poco absurdo. Nos siguen pareciendo muy misteriosas por su ubicación a mitad de un estrecho barranco, lejos de corrales o casas de labranza.



Limpiando las piletas para la foto
 Próxima a las piletas hay como una pequeña balsa de piedras en la que se encharcaba el agua que debía brotar  desde el fondo. Justo a su lado,  hace años, mi hijo encontró aquí una especie de refugio construido con una loneta y objetos  que evidenciaban que alguien estaba viviendo en aquel lugar, por lo que dio parte a la Sociedad de Cazadores. Años después aun están los restos de la lona enganchados a una rama.

Antiguo nacimiento en el que se embalsaba el agua. 
Recogemos algunas piedras con fósiles y volvemos al coche rumbo a nuestro nuevo destino: el Barranc Diago. Como está en el camino de Benassait seguimos por la misma pista ya que a partir de un determinado momento hace un giro de 90 grados para incorporarse finalmente al mismo.

Añadir leyenda

En esos momentos cambió de opinión y le pido a mi hijo que se dirija primero a la Casa del Cosi. Hace un par de meses me presenté yo sólo en la finca para tomar unas cuantas fotos. El propietario creo que es belga y no me entendía pero por señas me indicó que hablara con su mujer, que sí hablaba un poco español. Fueron muy amables al dejarme tomar fotos de los exteriores de la casa. En esta ocasión, como tampoco queremos molestar, directamente vamos a la fuente que está un poco más abajo de la casa y tomamos fotos del antiguo lavadero y de la balsa contigua. 

Bajando a la Fuente

Fuente del Cosi
Damos la vuelta y regresamos al camino de Benassait contemplando los bonitos paisajes de bancales y comentando anécdotas de como han ido cambiando las fincas en las que hay casas de labranza, con el tiempo. 
Bancales cultivados a la izquierda del camino
 Hoy en día no son accesibles los caminos de algunas de ellas ya que los propietarios parecen desconocer la obligación de dar servidumbre en los mismos.

Llegamos al camino de acceso que sube por el Barranc Diago y que está cerrado por una puerta metálica. Como no tiene candado la abrimos y pasamos a través de ella, pero teniendo la precaución de dejarla cerrada nuevamente tras nosotros.
Abriendo la puerta de acceso al Barranc Diago

Llegamos a la planicie en la que estaba la carbonera del Tio Fumat, justo en el punto en que se cruza el cortafuegos, o más bien, lo que queda de él ya que la cantidad de pinos que han crecido en su trazado no permite adivinarlo en muchos tramos.

Planicie en la que estaba la carbonera del Tio Fumat
Aspecto del cortafuegos
Descubrimos justo al lado de donde estamos los restos de una calera. Le explico a mi nieto David en que consistían las caleras mientras se come un bocadillo.

Montamos nuevamente en el coche y deshacemos el camino hasta la puerta de entrada al barranco. 
Regresando a la entrada del barranco
Seguimos bajando y tomamos el camino que a nuestra izquierda nos lleva a la Caseta del Caçadors. Hoy en día es una finca privada y de la antigua construcción no queda nada. Ahora hay un corral para ganado. Cuando llegamos vemos dos o tres perros atados, el coche del propietario en la puerta y también oímos a los animales dentro del corral. Doy algunos gritos buscando al pastor pero no aparece así que tomamos un par de fotos y nos marchamos.

Corral, antigua caseta de cazadores
Ahora queremos ir a la antigua Mineta de Ferro para tomar algunas fotos aparte de las que hice por mi cuenta ya que no se ven demasiado bien.  Enfilamos con el coche por un camino que nace paralelo al Barranc de les Vespres y que nos llevará a dicho lugar.

Camino de subida hacia la Mineta de Ferro

Cuando llegamos a la mina tomamos fotos desde arriba pero en el interior de la boca hay un bidón de metal que tapona la entrada y que debieron dejarlo ahí cuando se habilitó el cortafuegos.
Ubicación de la entrada de la mina
Después de pensarlo un poco mi hijo se decide a descender para ver de mas cerca la entrada. Según nos cuenta, la tierra ha ido deslizando hasta taponarla casi en su totalidad pero la abertura es suficiente para tomar alguna foto del interior.

Mi hijo David intentando llegar a la boca de la mina
Cogemos también alguna de los alrededores y nos montamos al coche para ir en dirección del Pas del Runal donde nuevamente bajamos para tomar fotos desde este punto.

Camino hacia el Runal
Pas del Runal
Seguimos por el camino que baja hacia les Casetes de Gil y que pasa muy cerca de la calera que mandó construir mi padre pero David dice que es mejor volver al pueblo ya, que la visitará en alguna de sus salidas de caza.


Por la ventanilla del coche nos entra un agradable olor a leña y a paella. Al pasar por la Caseta de Cañones vemos varios coches aparcados así que paramos en la puerta para saludarles.

Regresamos al pueblo y cuando estamos llegando Juani se acuerda que necesita fotos de los arcos y jardines del paseo del Plátano así que hacemos nuestra última parada.

Esperando en el aparcamiento próximo al Plátano
 Una vez termina, definitivamente nos vamos a casa donde nos espera un buen plato de gazpachos.