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Una imagen que une el pasado con el presente, como esta pequeña ruta. |
Aunque en el paseo de hoy recorreremos pocos montes he querido incorporarlo a mis rutas porque a lo largo de él también visitamos lugares que forman parte de mis recuerdos y que al igual que en el resto de propuestas, será una excusa para ir saltando del presente al pasado.
Lo comenzamos desde el
Carrer de Santa Ana para dirigirnos al paseo que hay a continuación.
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
Este es un trayecto tradicional
para la gente del pueblo pero que cualquier visitante no debería perderse.
Comenzamos desde el
Passeig del Plàtan en dirección al santuario de la Virgen.
Este paseo es un rincón emblemático del pueblo, lugar de encuentro para gente
de todas las edades.
Lo primero que encontramos al
comienzo es l’Arc que da acceso al paseo desde la calle Santa Ana.
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Vistas del arco desde ambos lados |
Este
arco no es muy antiguo, es de principios del siglo XX y en él podemos ver en un
lado un retablo cerámico con la imagen de la Virgen de Gracia, patrona del
pueblo, y en la otra, uno del escudo de la Villa de Biar. Este tipo de retablos tan característicos en el arte valenciano lo encontramos en nuestro pueblo principalmente en las abundantes fuentes y también en fachadas, teniendo un motivo religioso en casi todos los casos.
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Comienzo del paseo en tres épocas distintas. Fotos: Archivo municipal del Ayto. Alicante, Ayto. Biar
En la fotografía central ya aparece el edifico en el que actualmente está el Maset de la comparsa de estudiantes y que fue construido para albergar el Cine Chapí. Antes de recibir ese nombre fue un cine de verano y el Ball del Tio Ximo. Luego se reconvirtió en una sala de baile, a la que los jóvenes de principios de los 80 acudían también a bailar. En aquella época se conocía como el Ball del Tio Ciri. |
El siguiente punto de interés es
L’Arbre
del Plàtan, que da nombre al paseo y es un ejemplar que cuenta ya con
casi trescientos años. Antiguamente, esta zona era una alameda.
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Panel informativo del árbol del Plátano |
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Fotos B/N: Archivo municipal del Ayuntamiento de Alicante y Blog Apiarum |
Todavía existe
la antigua acequia cubierta. Aunque parte del trazado es del s. XVI, estos arcos son más recientes, ya que hubo que construirlos para desviar el trazado de la misma, que antiguamente bajaba por el otro lado del camino. Hasta esta acequia llegaba el agua del barranco de los molinos para abastecer al pueblo y el
sobrante se llevaba a la balsa de la villa, para ser destinada al riego.
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Acequia del Plátano |
El jardín inferior es
relativamente nuevo y anteriormente eran bancales dedicados al cultivo. Junto a la acequia se plantaron una hilera de nogales.
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Bancales ubicados bajo el paseo de Plátano, hoy desaparecidos. Foto tomada
desde la Casa de Inocencia. Archivo municipal del Ayto. de Alicante. |
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Aspecto actual del jardín inferior |
Junto al Plàtano encontramos la
Font
del Plátano. En su construcción original fue un abrevadero para
animales y la actual es del XIX, aunque ha sido restaurada posteriormente.
A lo largo del tiempo el número de caños ha ido variando hasta quedar reducidos a los dos actuales. El retablo
cerámico, algo característico de las muchas fuentes que tiene el pueblo de
Biar, tampoco es el original aunque siempre ha estado dedicado a San Cristobal,
patrón del pueblo.
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Fuente del Plátano. El retablo actual y el que hubo originalmente |
Iniciamos el camino de subida y
encontramos a nuestra derecha una sucesión de casas de dos plantas sin valor
histórico pero en armonía con el entorno y que ocupan un espacio que estuvo
destinado al cultivo. Esta zona era conocida como el
trinquet, ya que antes de que existieran éstas, se practicaba este juego en el lugar en el que están emplazadas.
A la primera de ellas la conocíamos como "Ca Don Paco" ya que en ella vivía el médico D. Francisco Liceras, en una época donde todavía no existían ambulatorios y las consultas se hacían en la propia casa del médico.
A nuestra izquierda discurre, al otro lado de la rambla, la
Sierra de Fontanelles, cuyo trazado seguiremos en paralelo durante todo el trayecto.
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Sierra de Fontanelles. En la loma de la izquierda, resalta el Cant del Gall y en el extremo derecho la Penya Parroc. |
Cuando hemos pasado esta hilera de casas encontramos a
nuestra izquierda la que nosotros conocemos como la
Casa d’Inocència. Ésta
cuenta con un pequeño jardín y un pinar, en un nivel inferior respecto al del camino.
Fue construida en el siglo XIX y por su ubicación y por peculiar construcción, todas
las parejas de mi época veníamos a hacernos fotos delante de ella.
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Distintas épocas de la Casa de Inocencia. Foto B/N tomada del blog Apiarum. En la foto inferior,
mi mujer y yo cuando eramos novios con mi sobrino Silvio. |
A mano derecha encontramos la
Casa
de Villagracia, a la que todos conocíamos popularmente como la de
"Rompetechos", que pertenece a la misma época.
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Aspecto anterior y actual de Villagracia. Al igual que la Casa de Inocencia
los cambios en el aspecto externo no han sido grandes, principalmente el color de la fachada. |
Está construida a las faldas de la
Serreta
Sant Nicolau, en la que el rey Jaume I levantó otro de sus campamentos.
Tras la conquista mandó construir una ermita en honor a San Nicolás y hay
constancia escrita de que en el siglo XVIII todavía estaba en pie, pero en la
actualidad no queda ningún resto de la misma.
Subida al santuario a la altura de la Serreta. Fotos publicadas por Cristobal Sarrió Lledo
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Serreta San Nicolau y vivienda construida en su parte más elevada |
Este pequeño cerro poblado de
pinos antiguamente estaba raso y en él se representan simbólicamente todos los
años, durante las fiestas de mayo, las refriegas o guerrillas que hubo entre moros y
cristianos.
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Imágenes del presente y pasado de las guerrillas. En la foto antigua la ausencia de árboles permite ver con toda
claridad tanto la Casa de Inocencia como la de Villagracia y la de la Serreta Sant Nicolau. También vemos
en la parte de abajo la Casa de Salomón que en la actualidad ya no existe. Foto B/N tomada del blog Apiarum |
Pegado a la Casa de Inocencia está
el camino que conduce al a finca de
La Fontsanta
y también al barranco de los molinos.
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Punto en el que nace el desvió hacia la Fontsanta |
Seguimos nuestra marcha
ascendente y a la derecha está la
Fuente
del Pájaro, construida según consta en la misma, en 1906, aunque a lo largo del tiempo también ha sufrido reformas. En este caso, el
retablo es en honor de la Virgen de Gracia.
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Fuente del Pájaro. A la izquierda, oleo pintado por mi mujer, Ángeles Colomina, con el aspecto que tenía originalmente. |
La siguiente construcción que
encontramos a la derecha es la
Casa de
San Fernando, imponente, ya que por el desnivel del terreno su construcción
queda a bastante altura respecto del camino.
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Casa de San Fernando |
A continuación está la
Ceràmica
del Tio Escobar, hoy conocida como la de
Maestre, la única que
existe en estos momentos y que mantiene una tradición centenaria de este pueblo.
Su primer propietario fue un ceramista de Manises llamado
Juan Mora Carpintero,
que se trasladó a Biar desde su ciudad natal en el siglo XIX. Posteriormente
fue pasando por distintos propietarios hasta la actualidad y la cerámica que
producen sigue siendo uno de los atractivos del pueblo, ya que conserva la
tradición en sus diseños.
En la planicie de más arriba está
el antiguo matadero, sin valor histórico ya que fue construido cuando acabó la
guerra civil, en cuya explanada encontramos el
Pou de la Neu, cuyo
aspecto actual difiere del original al haber sido restaurado completamente en
los años 80. En ocasiones se ha usado como sala de exposiciones u otro tipo de
eventos culturales.
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Matadero municipal |
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Pozo de nieve, antes y después de la restauración.
Foto B/N: “Guía de los Pozos de Nieve de la Provincia de Alicante” de M. Vicedo y J. Ramírez |
Conforme ascendemos nos llamará
la atención a nuestra izquierda un pino de gran tamaño, el más grande de este
tipo que podemos encontrar en el término municipal, y que popularmente es conocido
como el
Pi de la Menina.
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Pino de la Menina en la actualidad y a principios de siglo XX |
A partir de este tramo, nos
iremos encontrando a ambos lados del camino los pasos del
Vía Crucis, catorce
hornacinas con retablos cerámicos. Fueron construidas en el año 1949 ya que las
originales, ubicadas en los mismos puntos, fueron destruidas durante la Guerra
Civil.
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Una foto de mi juventud, leyendo uno de los pasos del Via Crucis en viernes santo.
A la dcha. fragmento de un foto antigua donde se aprecian las
últimas hornacinas del trayecto, las originales que fueron destruidas en guerra. |
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Retablos de cerámica del Via Crucis. Primera y última hornacina. |
Conforme avanzamos vamos dejando atrás viviendas de construcción más reciente y también el Instituto de Enseñanzas Medias de Biar. En las proximidades del santuario,
el camino se allana y a nuestra derecha encontramos la antigua casa veraniega
conocida como
La Josefina, del siglo XIX.
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Villa Josefina |
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Plano de 1897. En este trayecto únicamente aparecen reflejadas tres construcciones:
la casa de La Serreta, la fábrica de cerámica y Villa Josefina, que según el plano,
era una casa de recreo. |
Enfrente de la misma está la
carrasca posiblemente más grande de Biar.
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Imagen actual de la carrasca y de principios del siglo XX. Foto B/N tomada del blog Apiarum |
En la bifurcación del camino que
encontramos a continuación a nuestra derecha, quedan los restos de un tronco de
pino que era conocido como
El Pi de l’Assutzena, que fue
cortado en los años 70 y cuyo tamaño también era imponente.
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Restos de lo que fue el árbol de la azucena |
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Oleo pintado por mi mujer, Ángeles Colomina, a partir
de una foto antigua del pino de la azucena |
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Pi de la azucena ya cortado. Foto cedida por Antoni Albero Richart |
Era conocido con
este nombre porque todos los años brotaban azucenas entre el enramado del mismo.
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Fragmento de una antigua fotografía en la que destaca el Pino de la Azucena frente al resto de árboles que señalan el camino de subida al santuario. A la derecha, medio escondida tras la carrasca centenaria se ve Villa Josefina. Foto: Juanjo Sanchís Torres. |
A unos metros encontramos un antiguo pozo de agua con techado y cerramiento
lateral.
El camino desemboca en la
planicie sobre la que está construido el santuario en honor a la Virgen de
Gracia y cuya construcción se remonta al siglo XVIII.
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Vistas del pueblo desde la explanada. Fotos: Elisa Moral Herrero |
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Imágenes de la Ermita en la actualidad y a principios del siglos XX. Foto B/N: Hemeroteca de la Biblioteca Nacional |
En su interior también se unen elementos antiguos con otros mas modernos ya que a lo largo de los años varios pintores aficionados de Biar han tenido la oportunidad de reemplazar las pinturas que fueron destruidas durante la guerra, entre ellas mi mujer, y que hoy forman parte del patrimonio artístico de
este santuario.
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Foto en B/N. Interior de la ermita a finales de los años 50. |
En el lateral derecho y
adosado a la ermita encontramos la antigua hospedería que además fue residencia
de los Padres Franciscanos que hubo en Biar, en sus primeros tiempos, ya que
posteriormente pasarían al convento que en la actualidad es la Casa de Cultura.
En el lateral de esa edificación hay una fuente en la que refrescarnos y a sus
espaldas, la casa de los ermitaños.
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Hospedería, casa del ermitaño y fuente adosada a la edificación. Foto B/N de principios del s. XX |
Todo el conjunto está rodeado de
monte, con pinares frondosos, en las que se han instalado mesas de merendero
que hacen de la zona un lugar idóneo para el recreo y el disfrute familiar.
Bordeamos la ermita
para tomar el camino que a sus espaldas nos lleva hasta la finca de La
Tosquera. Indistintamente podemos llegar hasta el mismo desde ambos lados de las edificaciones. De acuerdo con la tradición, el segundo día de Pascua se merendaba en los alrededores de esta finca y el tercero, en los del Santuario.
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Opciones para llegar al camino de la Tosquera |
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
En ella encontramos una casa cuya construcción original se remonta
al siglo XVIII pero que está muy reformada.
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Casa de la Tosquera |
En esta finca durante mucho tiempo se celebró la tradicional "perola" de los cazadores. Esta foto es un recuerdo de estos encuentros y entre otros aparece mi padre.
Justo enfrente de su fachada
principal están los restos de otra cavidad utilizada en el pasado para extraer
la arena de fregar cacharros, de las que ya nos hemos encontrado varias en
rutas anteriores.
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Cavidad de la que se sacaba la Terreta d'escurar |
En uno de sus bancales había un pozo
de nieve, el más grande de Biar, del que hoy en día no queda ninguna señal,
pero del que yo guardo recuerdos ya que de niño acompañé a mi padre para
recoger enseres que habían sido tirados allí durante la guerra civil, para
llevárnoslos atados con una maroma.
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Bancal en el que se levantaba el pozo de nieve, del que sólo se guarda un testimonio fotográfico. Foto B/N: Miguel Maestre Castelló |
La casa cuenta con un segundo pozo de
nieve, mucho más pequeño, pero que todavía sigue en pie. Durante un tiempo fue
utilizado como aljibe lo que supuso que lo adaptaran para poder recolectar el
agua de la lluvia.
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Pozo de nieve y conducciones para reconvertirlo en aljibe |
Además de los tres pozos que se
han mencionado en esta ruta, hay dos más en la Casa de Bobo, en el camino de
Fontalbres, de los que sólo quedan unos
restos que visitamos en otra ruta anterior. Estos son los únicos pozos que no están registrados en el catálogo de bienes protegidos de Biar, posiblemente porque muy poca gente conoce de su existencia. Uno de ellos lo vi por primera vez siendo joven cuando iba por esos parajes con mi padre de caza, que fue quien me lo enseñó. Del otro no he sabido nada de su existencia hasta ahora a pesar de estar pegado a un camino que habré recorrido cientos de veces en mi vida.
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Restos del pozo de nieve de la Casa de Bobo que conocí durante mi infancia |
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Restos del segundo pozo, de mayor tamaño |
La finalidad de todos ellos era almacenar la
nieve que se recogía en las grandes nevadas para su posterior uso.
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Los cinco pozos de nieve que se conocen de Biar |
Para conservarla en su interior se
disponía primero una capa gruesa de nieve apretada, a continuación una capa más
fina de paja, alternando ambas hasta llenar todo el pozo. El trabajo de
prensado era muy duro por las condiciones en las que se debía trabajar. De esta
manera la nieve podía conservarse hasta cuatro o cinco meses y sus usos eran
variados ya que se utilizaban para conservar alimentos, con fines medicinales y
para la fabricación de helados. Los excedentes de nieve de nuestros pozos, se
vendían al pueblo de Ibi, cuya tradición heladera era y es bien conocida, actividad en la que además trabajaron muchos biarenses.
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Gráfico que muestra todas las labores relacionadas con el almacenamiento
de la nieve en los pozos. |
La nieve se extraía y se picaba
para formar los bloques, que luego eran transportados envueltos en paja o
mantas, utilizando carros tirados por mulas.
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Transporte y venta de las barras de hielo |
Los pozos de nieve dejaron de
utilizarse entre los años 30 y 40 y su abandono ha conllevado en la mayoría de
los casos su deterioro.
Dentro de esta finca también encontramos
el pino piñonero de mayor tamaño del término municipal.
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Pino piñonero de La Tosquera |
Mi padre se encargó
muchos años de recoger los piñones del mismo con el permiso de los
propietarios. Con la venta de los mismos obtenía así unos ingresos extras. Para
acceder a sus ramas se ayudaba de una maroma atada a una de ellas. Al calor del fuego extraía los piñones del interior de las piñas.
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Distintas imágenes de antiguos piñeros o recolectores de piñas. |
Casa de la Tosquera. Foto publicada por Cristobal Sarrió Lledo
Regresamos nuevamente al santuario, pero en lugar de hacerlo por el camino por el que hemos venido tomaremos un camino que nace en la propia finca y que discurre paralelo a la rambla de los molinos hasta desembocar en el
Camí de la Fontsanta, camino que tomamos de regreso al pueblo y que nos dejará a la altura de la
Casa d’ Inocència.
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Camino que tomamos desde la Tosquera y que nace junto al pino piñonero |
Este camino que está cementado en su último tramo es de uso privado pero los caminantes no tienen problema para bordear el cerramiento. Una vez se incorpora al camino asfaltado justo en la curva de bajada del mismo, tomamos es sentido descendente.
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Vistas de la casa de la Tosquera desde el camino |
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
A los pocos metros rebasamos la Casa de la Fontsanta, en la que nací en 1932 debido a que en aquella época trabajaba mi padre en esta finca como mulero desde 1931.
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Vistas de la casa de la Fontsanta desde el camino de bajada |
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Casa de la Fontsanta en la actualidad y con el aspecto con el que yo la conocí en mi infancia. A la izquierda de la foto, el Santuario de la Virgen de Gracia. Foto B/N: Juanjo Sanchís Torres |
En el camino de bajada sobrepasamos a nuestra derecha la Casa dels Ventures, que ya hemos mencionado en las dos rutas que transcurren por el barranco de los molinos.
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
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Distintos tramos de este agradable paseo |
Una vez superamos unos bungalows adosados de colores, a cuyas espaldas antiguamente estaba la Ceràmica de Sirera, llegamos a la Casa de Inocencia, desde donde descendemos nuevamente al Paseo de Plátano y damos por finalizada nuestra ruta.
Cuadro del horno de Sirera pintado a partir de un foto, por mi mujer, Ángeles Colomina
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Antigua cerámica de Sirera
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Bajada hasta el paseo. Imágnes en B/N: postal antigua y foto del Archivo Municipal del Ayto. de Alicante |
Este paseo recorre lugares emblemáticos para los biarenses ya que forman parte de todos nosotros desde nuestra infancia. Ellos han sido testigos de nuestras celebraciones en familia, de los momentos compartidos con los amigos y allí hemos llevado a nuestros hijos para que jugaran o simplemente para buscar el mejor entorno para nuestras fotos. Aquí dejo algunos testimonios personales que así lo corroboran y que quiero compartir con todos los visitantes de este blog:
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Fotos en el paseo del Plátano y subida al santuario en
fiestas de moros y cristinos, con mis quintos, amigos y la familia, en distintos
momentos de mi vida
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Fotos en el santuario con motivo de celebraciones religiosas y también otras
de la merienda de pascua con amigos y famlia en la tosquera y en la pinada del santuario. |