La leña ha sido siempre un bien
abundante en Biar, como dejaron constancia aquellos que escribieron sobre el
pueblo en tiempos antiguos. Un bien además preciado por los usos
que antiguamente se le daban: para la construcción, fabricación de
carbón, hornos de pan, caleras y para el uso doméstico en cocinas y chimeneas.
Pero además, en
nuestro pueblo ha habido desde antiguo actividades que han requerido de aporte
de leña en cantidades: las fábricas de tejas, loza fina, ollas y pucheros. Su
producción llegó a ser tan importante que se exportaba gran parte de lo que se
producía a Andalucía.
La extracción de leña era
llevada a cabo por “
els llenyaters o talladors” que se desplazaban con mulas o
burros, en ocasiones con carros, a las zonas de monte en las que abundaban los
pinos y las carrascas.
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Taladores |
Con el paso del tiempo, la excesiva explotación de este
bien conllevaría primero la deforestación de muchas zonas y
años después la repoblación de pinos, muchos de los cuales disfrutamos todavía
en la actualidad.
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A la izq. pinos de Biar fruto de la repoblación. A la derecha, aspecto de los montes recién repoblados. |
Antiguamente para extraer la leña
de la zona de la
Penya Tallada se utilizaba la que hoy conocemos como
Camí del Destallador (derivación de "
dels talladors"
), que
nacía en el barrio de Santa Lucía.
Lo que en su día fue un camino de herradura, hoy en día aún se puede recorrer en todo su
trazado pero a tramos vamos por senda y otros por camino asfaltado, de tierra o
pista forestal.
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Comparación entre el plano de 1897 y una imagen actual, en la que se aprecia todo el trazado |
Iniciamos la ruta desde el camino
que se adentra entre la antigua fábrica de la familia Albero y la empresa de transportes.
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Primer tramo del camino |
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Punto en el que comenzaba el camino |
A los pocos metros encontramos a nuestra derecha una senda que hoy en día ha
quedado pegada a la primera edificación que encontramos, a la que debemos
acceder desde su aparcamiento. Aunque es una senda que a pie no se suele usar
ha sido rescatada por los ciclistas, quienes siempre van buscando nuevas rutas
por las que moverse sin pisar asfalto.
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Distintos tramos de la parte de la senda hasta el Camí dels Castellans |
Después de cruzar un bancal
abandonado cruza el
Camí dels Castellans. Antiguamente
este era el camino por el que se accedía desde Villena a Alicante sin tener que
cruzar la población y evitando además el cauce de la Rambla dels Capellans o Perino.
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Punto en el que la senda desemboca en el camino |
Desde este punto la antigua senda
hoy en día es un camino rural asfaltado que permite el acceso a todas las casas
que se han ido construyendo por esta zona.
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Camino asfaltado que sigue el antiguo trazado del camino |
Tomamos el segundo desvió por nuestra izquierda, ya que es por donde el antiguo
Camí
del Destallador seguía en dirección a la
Penya Tallada. De haber seguido rectos llegaríamos a la zona
conocida como La Salseta, que visitaremos en otra ruta y que antiguamente no existía.
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A la izq. camino que discurre sobre la antigua senda del Destallador |
Cuando llevamos un pequeño trecho
de subida sobrepasamos a nuestra izquierda los restos del
Corral de Tadeo, corral
que hoy en día da nombre a un proyecto de recuperación de la flora autóctona en
los pinares superiores.
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Corral de Tadeo |
Desde allí seguimos ascendiendo por
la umbría de la
Penya Tallada y en el lugar en el que se encuentra el
Cabecet
de Catarrilla y la
Caseta de Xavos, el camino se
transforma en senda a la altura de
La Penya el Corb, ubicada unos 100
metros más arriba en la ladera de la montaña.
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Senda a la altura de la caseta de Xavos, en el Cabecet de Catarrilla |
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
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Penya el Corb |
La senda se bifurca a pocos
metros de la pista forestal nueva, en la que ambos trazados desembocan. La más estrecha es la más antigua. A
partir de este punto el trazado del antiguo
Camí
del Destallador y la nueva pista se solapan.
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Bifurcación de las senda y puntos en el que ambas desembocan en la pista forestal |
Seguimos en dirección hacia Villena
y a poca distancia de donde nos hemos incorporado, a nuestra izquierda sobrepasamos
un pequeño arenal, formado posiblemente por la erosión del suelo y de las rocas de la parte
alta de la montaña.
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Arenal |
Otra roca queda visible desde aquí, en la ladera del macizo:
La
Penya el Corralet, así llamada por su aspecto ya que las rocas forman
un recinto circular que recuerda a un pequeño corral.
Y en la parte más alta, el tramo de la
Penya Tallà que le da nombre, ya que las rocas muestran un cortado transversal de bastante altura. En su base existen innumerables cuevas que pasan desapercibidas por la vegetación.
Un poco más adelante, en una de las
curvas que forma una planicie encontramos la antigua
Caseta Forestal,
construida en 1949, en un terreno totalmente despoblado como se aprecia en la siguiente foto.
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Arriba, casa forestal de Biar recién construida. Abajo, con su aspecto actual.
Foto B/N: (1949) Fototeca forestal Ministerio Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente
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Durante finales de los años 40 se llevó a cabo la repoblación forestal
de pinos de la zona de umbría de la
Peña
Tallada y esta casita servía como refugio a las cuadrillas, además de
proveerles de agua.
Cerca de allí hay una pequeña
cavidad o minado de agua. Fue construido por los mismos trabajadores que
realizaban la repoblación aprovechando un nacimiento de agua, pero se agotó en
poco tiempo.
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Subiendo por la pista |
Llegando ya a la parte más alta
del camino, a nuestra izquierda hay unos pequeños peñascos conocidos como
Els Campanerets,
cuya silueta recuerda la de unos pequeños campanarios, especialmente
cuando se observan de perfil.
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Els Campanarets vistos desde distintos puntos del camino |
Un poco después la pista hace un
giro de 180 grados, dirigiéndose hacia una planicie en la que se construyó la
nueva casa forestal, justo a la entrada de la zona conocida como
El
Rebolcador.
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
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Casa Forestal |
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Camino de acceso al Revolcador o Rebolcador |
Este nombre se debe a que era el único lugar en esté rincón
de monte que estaba despejado de matorrales y pinos, lo que lo hacían idóneo
para que descansaran y revolcaran los burros de los leñadores, mientras ellos se
movían a pie monte a través para trabajar. Era lo más parecido a lo que en la actualidad
consideraríamos “un aparcamiento".
Después cargaban la leña en los
burros para repartirla entre los numerosos hornos y cerámicas del pueblo.
Lo atravesamos para ascender hasta
llegar a una zona más escarpada en donde nace una senda, a la que llamábamos “Del
Callejón” y que baja por el lateral del macizo y comunica con la de
Peña Rubia , desembocando un poco antes de llegar a las rocas de escalada.
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Senda del Callejón |
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Trayecto de la senda del Callejón. (c) Instituto Cartográfico Valenciano |
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Vista de la senda del callejón desde el collado de Peña Rubia |
Ésta discurre sinuosa en una pendiente bastante pronunciada. Actualmente la
vegetación no permite adivinar su recorrido fácilmente y su estado pedregoso la
convierte en poco transitable.
Volvemos nuevamente a la pista
forestal y continuamos ascendiendo para llegar al collado que hay en la parte
alta, en el que hay una pequeña cueva de forma exterior cónica y que debió ser utilizada como refugio por los taladores.
En este punto finalizaba el antiguo camino y en mi infancia este tramo lo conocí siendo simplemente una senda.
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Pista que desciende hacia la otra ladera |
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Postes indicativos de rutas de la Generalitat que pasan por este collado |
Descendemos por la parte de
solana y a pocos metros, en el
Barranc del Destallador que está a nuestra
derecha, encontramos un pequeño nacimiento del que estuvo brotando agua durante
muchos años, pero que normalmente está seco y que en algunos mapas aparece como la Font del Xop, aunque ya nadie la conoce con este nombre.
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
El agua se recogía en una balsa y
de ella se llenaba un bebedero para aves y se regaba un pequeño vivero de pinos
ubicado a pocos metros.
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Resto de la balsa y conducciones |
Los años de nevadas y lluvias abundantes como éste todavía podemos recrearnos con imágenes como éstas:
Regresamos al pueblo deshaciendo la parte del camino que hemos recorrido desde la incorporación de la senda a la pista forestal. A partir de allí, seguimos esta última en dirección al pueblo, abandonando ya el
Camí del Destallador, y siguiendo un recorrido que fue abierto cuando se construyó la pista.
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Algunos tramos del camino de regreso |
A nuestra izquierda sobrepasamos el cartel sobre el proyecto de recuperación de la flora autóctona "Corral de Tadeo", que hemos comentado anteriormente.
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Plantas autóctonas |
Este camino va paralelo a la cima de la Penya Tallà.
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Tramo del macizo de la Penya Tallà por el que discurre la pista |
Cuando llegamos al final de la pista forestal, a nuestra derecha empieza un pinar en el que se adentra una senda casi irreconocible que conduce a
El Cantal Gitat, una gran roca que
está prácticamente escondida entre los pinos, por lo que resulta difícil llegar hasta ella.
Antes era un punto de referencia para los caminantes que pasaban por esta zona. También era un lugar perfecto para esconderse los conejos cuando salíamos de caza. En la actualidad, la cantidad de pinos existentes hacen que resulte prácticamente ilocalizable.
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(c) Instituto Cartográfico Valenciano |
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Cantal Gitat y entorno
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Regresamos a la pista y desde allí nace un camino asfaltado que baja perpendicular hasta encontrarse con el
Camí del Destallador, en su tramo asfaltado.
Sobrepasamos en este punto el
Pico el Frare así llamado porque antiguamente su relieve recordaba la silueta de un fraile. Un desprendimiento de las rocas como consecuencia de algún movimiento de tierras o un rayo hizo caer alguna de ellas haciendo que este nombre sea hoy sólo un recuerdo.
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Pico el Frare |
Nos reincorporamos al Camí dels Castellans desde el que podemos llegar al pueblo en ambas direcciones, dando por finalizada la ruta.
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Desnivel y distancia aproximada desde el inicio de la ruta hasta el Camí dels Castellans en el regreso |
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Ruta completa |