martes, 28 de junio de 2016

El camí dels talladors o llenyaters



La leña ha sido siempre un bien abundante en Biar, como dejaron constancia aquellos que escribieron sobre el pueblo en tiempos antiguos. Un bien además preciado por los usos que antiguamente se le daban: para la construcción, fabricación de carbón, hornos de pan, caleras y para el uso doméstico en cocinas y chimeneas.

Pero además, en nuestro pueblo ha habido desde antiguo actividades que han requerido de aporte de leña en cantidades: las fábricas de tejas, loza fina, ollas y pucheros. Su producción llegó a ser tan importante que se exportaba gran parte de lo que se producía a Andalucía.



La extracción de leña era llevada a cabo por “els llenyaters o talladors” que se desplazaban con mulas o burros, en ocasiones con carros, a las zonas de monte en las que abundaban los pinos y las carrascas.

Taladores
Con el paso del tiempo, la excesiva explotación de este bien conllevaría primero la deforestación de muchas zonas y años después la repoblación de pinos, muchos de los cuales disfrutamos todavía en la actualidad.


A la izq. pinos de Biar fruto de la repoblación. A la derecha, aspecto de los montes recién repoblados.

Antiguamente para extraer la leña de la zona de la Penya Tallada se utilizaba la que hoy conocemos como Camí del Destallador (derivación de "dels talladors"), que nacía en el barrio de Santa Lucía.

Lo que en su día fue un camino de herradura, hoy en día aún se puede recorrer en todo su trazado pero a tramos vamos por senda y otros por camino asfaltado, de tierra o pista forestal.


Comparación entre el plano de 1897 y una imagen actual, en la que se aprecia todo el trazado
Iniciamos la ruta desde el camino que se adentra entre la antigua fábrica de la familia Albero y la empresa de transportes.

Primer tramo del camino



Punto en el que comenzaba el camino
 A los pocos metros encontramos a nuestra derecha una senda que hoy en día ha quedado pegada a la primera edificación que encontramos, a la que debemos acceder desde su aparcamiento. Aunque es una senda que a pie no se suele usar ha sido rescatada por los ciclistas, quienes siempre van buscando nuevas rutas por las que moverse sin pisar asfalto.


Distintos tramos de la parte de la senda hasta el Camí dels Castellans
Después de cruzar un bancal abandonado cruza el Camí dels Castellans. Antiguamente este era el camino por el que se accedía desde Villena a Alicante sin tener que cruzar la población y evitando además el cauce de la Rambla dels Capellans o Perino.


Punto en el que la senda desemboca en el camino
Desde este punto la antigua senda hoy en día es un camino rural asfaltado que permite el acceso a todas las casas que se han ido construyendo por esta zona.

Camino asfaltado que sigue el antiguo trazado del camino
Tomamos el segundo desvió por nuestra izquierda, ya que es por donde el antiguo Camí del Destallador seguía en dirección a la Penya Tallada. De haber seguido rectos llegaríamos a la zona conocida como La Salseta, que visitaremos en otra ruta y que antiguamente no existía.

A la izq. camino que discurre sobre la antigua senda del Destallador
Cuando llevamos un pequeño trecho de subida sobrepasamos a nuestra izquierda los restos del Corral de Tadeo, corral que hoy en día da nombre a un proyecto de recuperación de la flora autóctona en los pinares superiores.

Corral de Tadeo
Desde allí seguimos ascendiendo por la umbría de la Penya Tallada y en el lugar en el que se encuentra el Cabecet de Catarrilla y la Caseta de Xavos, el camino se transforma en senda a la altura de La Penya el Corb, ubicada unos 100 metros más arriba en la ladera de la montaña.

Senda a la altura de la caseta de Xavos, en el Cabecet de Catarrilla
(c) Instituto Cartográfico Valenciano



Penya el Corb
La senda se bifurca a pocos metros de la pista forestal nueva, en la que ambos trazados desembocan. La más estrecha es la más antigua. A partir de este punto el trazado del antiguo Camí del Destallador y la nueva pista se solapan.

Bifurcación de las senda y puntos en el que ambas desembocan en la pista forestal
Seguimos en dirección hacia Villena y a poca distancia de donde nos hemos incorporado, a nuestra izquierda sobrepasamos un pequeño arenal, formado posiblemente por la erosión del suelo y de las rocas de la parte alta de la montaña.


Arenal

Otra roca queda visible desde aquí, en la ladera del macizo: La Penya el Corralet, así llamada por su aspecto ya que las rocas forman un recinto circular que recuerda a un pequeño corral.





Y en la parte más alta, el tramo de la Penya Tallà que le da nombre, ya que las rocas muestran un cortado transversal de bastante altura. En su base existen innumerables cuevas que pasan desapercibidas por la vegetación.



Un poco más adelante, en una de las curvas que forma una planicie encontramos la antigua Caseta Forestal, construida en 1949, en un terreno totalmente despoblado como se aprecia en la siguiente foto.

Arriba, casa forestal de Biar recién construida. Abajo, con su aspecto actual.
Foto B/N: (1949) Fototeca forestal Ministerio Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Durante finales de los años 40 se llevó a cabo la repoblación forestal de pinos de la zona de umbría de la Peña Tallada y esta casita servía como refugio a las cuadrillas, además de proveerles de agua.



Cerca de allí hay una pequeña cavidad o minado de agua. Fue construido por los mismos trabajadores que realizaban la repoblación aprovechando un nacimiento de agua, pero se agotó en poco tiempo.




Subiendo por la pista
Llegando ya a la parte más alta del camino, a nuestra izquierda hay unos pequeños peñascos conocidos como Els Campanerets, cuya silueta recuerda la de unos pequeños campanarios, especialmente cuando se observan de perfil.


Els Campanarets vistos desde distintos puntos del camino

Un poco después la pista hace un giro de 180 grados, dirigiéndose hacia una planicie en la que se construyó la nueva casa forestal, justo a la entrada de la zona conocida como El Rebolcador.

(c) Instituto Cartográfico Valenciano

Casa Forestal
Camino de acceso al Revolcador o Rebolcador
Este nombre se debe a que era el único lugar en esté rincón de monte que estaba despejado de matorrales y pinos, lo que lo hacían idóneo para que descansaran y revolcaran los burros de los leñadores, mientras ellos se movían a pie monte a través para trabajar. Era lo más parecido a lo que en la actualidad consideraríamos “un aparcamiento".



Después cargaban la leña en los burros para repartirla entre los numerosos hornos y cerámicas del pueblo.



Lo atravesamos para ascender hasta llegar a una zona más escarpada en donde nace una senda, a la que llamábamos “Del Callejón” y que baja por el lateral del macizo y comunica con la de Peña Rubia , desembocando un poco antes de llegar a las rocas de escalada.

Senda del Callejón

Trayecto de la senda del Callejón. (c) Instituto Cartográfico Valenciano
Vista de la senda del callejón desde el collado de Peña Rubia
Ésta discurre sinuosa en una pendiente bastante pronunciada. Actualmente la vegetación no permite adivinar su recorrido fácilmente y su estado pedregoso la convierte en poco transitable.

Volvemos nuevamente a la pista forestal y continuamos ascendiendo para llegar al collado que hay en la parte alta, en el que hay una pequeña cueva de forma exterior cónica y que debió ser utilizada como refugio por los taladores.

En este punto finalizaba el antiguo camino y en mi infancia este tramo lo conocí siendo simplemente una senda.
Pista que desciende hacia la otra ladera
Postes indicativos de rutas de la Generalitat que pasan por este collado
Descendemos por la parte de solana y a pocos metros, en el Barranc del Destallador que está a nuestra derecha, encontramos un pequeño nacimiento del que estuvo brotando agua durante muchos años, pero que normalmente está seco y que en algunos mapas aparece como la Font del Xop, aunque ya nadie la conoce con este nombre.


(c) Instituto Cartográfico Valenciano

El agua se recogía en una balsa y de ella se llenaba un bebedero para aves y se regaba un pequeño vivero de pinos ubicado a pocos metros.


Resto de la balsa y conducciones
Los años de nevadas y lluvias abundantes como éste todavía podemos recrearnos con imágenes como éstas:




Regresamos al pueblo deshaciendo la parte del camino que hemos recorrido desde la incorporación de la senda a la pista forestal. A partir de allí, seguimos esta última en dirección al pueblo, abandonando ya el Camí del Destallador, y siguiendo un recorrido que fue abierto cuando se construyó la pista.



Algunos tramos del camino de regreso

A nuestra izquierda sobrepasamos el cartel sobre el  proyecto de recuperación de la flora autóctona "Corral de Tadeo", que hemos comentado anteriormente.


Plantas autóctonas

Este camino va paralelo a la cima de la Penya Tallà.

Tramo del macizo de la Penya Tallà por el que discurre la pista
Cuando llegamos al final de la pista forestal, a nuestra derecha empieza un pinar en el que se adentra una senda casi irreconocible que conduce a El Cantal Gitat, una gran roca que está prácticamente escondida entre los pinos, por lo que resulta difícil llegar hasta ella.

Antes era un punto de referencia para los caminantes que pasaban por esta zona. También era un lugar perfecto para esconderse los conejos cuando salíamos de caza. En la actualidad, la cantidad de pinos existentes hacen que resulte prácticamente ilocalizable.


(c) Instituto Cartográfico Valenciano

Cantal Gitat y entorno

Regresamos a la pista y desde allí nace un camino asfaltado que baja perpendicular hasta encontrarse con el Camí del Destallador, en su tramo asfaltado.



Sobrepasamos en este punto el Pico el Frare así llamado porque antiguamente su relieve recordaba la silueta de un fraile. Un desprendimiento de las rocas como consecuencia de algún movimiento de tierras o un rayo hizo caer alguna de ellas haciendo que este nombre sea hoy sólo un recuerdo.

Pico el Frare
Nos reincorporamos al Camí dels Castellans desde el que podemos llegar al pueblo en ambas direcciones, dando por finalizada la ruta.


Desnivel y distancia aproximada desde el inicio de la ruta hasta el Camí dels Castellans en el regreso

Ruta completa